La piel del rostro forma parte el órgano más grande del cuerpo humano y es el único que está en contacto directo con el exterior. Por lo tanto, para que esté completamente sana, es importante mantener una rutina de cuidado facial. La piel del rostro contribuye en la protección ante los agentes externos, por ejemplo, los contaminantes en el aire, el calor, el frío, las bacterias y microorganismos. Una piel sana refleja la salud física y mental de una persona.
Para mantener la piel del rostro saludable no necesitas un gran esfuerzo, solo con tener una rutina de limpieza facial diaria ayudará a mantener la piel en buen estado.
Los productos de cuidado facial que vayas a elegir para tu rutina deben ser de buena calidad y especiales, para tu tipo de piel y su condición. Algunos de estos productos son específicamente para pieles con problemas, por ejemplo, piel irritada, acné o enfermedades cutáneas.
4 sencillos pasos para una rutina de cuidado facial
Una rutina de cuidado facial está conformada por al menos 4 pasos básicos: limpiar, tonificar, hidratar y proteger. Esta rutina debe ser aplicada dos veces al día para mayor efectividad, al despertar y antes de ir a dormir.
Limpia tu piel
Es el paso principal para el cuidado de la piel del rostro. Debes escoger un producto específicamente para el cuidado facial debido a que sus ingredientes son menos agresivos.
A través de este paso podrás eliminar cualquier tipo de impurezas, bien sea suciedad, sudor, sebo o restos de maquillaje. Además, prepara a la piel para los siguientes pasos de la rutina, ya que la piel al estar limpia tiene más capacidad para absorber los componentes activos de los productos del cuidado facial.
Tonifica tu piel
El tónico es un producto indispensable en la rutina de belleza y limpieza del rostro, ya que es capaz de eliminar cualquier residuo de tu producto limpiador. Además, el tónico sirve como refrescante y también, es ideal para restablecer el pH de la piel del rostro. Una forma muy común de aplicar el tónico es humedeciendo una compresa de algodón.
Hidrata tu piel
En una rutina de cuidado facial es fundamental utilizar un producto que le devuelva los nutrientes a la piel, estos productos pueden ser en gel, serum o crema. Los hidratantes faciales suelen estar cargados de propiedades que hidratan y humectan la piel, evitando así que la piel se mantenga seca, sin vida y propensa a arrugarse. Para mantener una piel saludable es importante mantener su elasticidad intacta. Un hidratante facial aportará mucho brillo, suavidad y la piel lucirá más joven.
Protege tu piel
Luego que tu piel esté limpia e hidratada es importante que la protejas del sol. El protector solar no debe faltar en una rutina de cuidado facial, su uso ayudará a evitar lesiones ocasionadas por la exposición directa al sol, por ejemplo, el envejecimiento prematuro. El sol puede ocasionar manchas en la piel que no podrás eliminar fácilmente, así como también, será más propensa a desarrollar arrugas.
Consejos para la limpieza facial
La clave de mantener una piel saludable es la limpieza, si la capa externa de la piel está sucia, se acelera el proceso de oxidación y la piel lucirá opaca y sin brillo. Además, una piel sucia, es más propensa a desarrollar brotes de acné y puntos negros. Sin embargo, hay que tener en cuenta varios aspectos para que la limpieza facial sea efectiva y no dañemos la piel:
- La temperatura del agua con que lavamos la piel del rostro no debe ser caliente porque ocasionará que los poros se dilaten, además, reduce el brillo de la piel. Lo ideal es usar agua fría para que aporte firmeza y luminosidad.
- El tipo de jabón que utilices para limpiar el rostro debe ser elegido con mucha atención. Si tú tipo de piel es seca y se aplica un jabón muy fuerte, puede contribuir en resecar aún más la piel. Por lo tanto, debes escoger un limpiador suave que se adapte a las necesidades de tu piel.
- No se debe frotar la piel demasiado fuerte cuando realizamos la limpieza, esto puede ocasionar irritación y al estirar demasiado la piel puede ocasionar arrugas a largo plazo. Lo ideal será masajear suavemente la piel del rostro o ayudarte con alguna esponja suave, específicamente para limpiar el rostro.
- Exfoliar la piel del rostro al menos 2 veces al mes es importante para evitar la acumulación de células muertas que pueden obstruir los poros. Estos exfoliantes se deben aplicar con movimientos muy suaves para no generar daños en la piel. No se recomienda utilizarlo muy seguido porque puede irritar la piel.
Importancia de desmaquillarse para el cuidado facial
A diario nos aplicamos múltiples productos en la piel del rostro, ya sea maquillaje o productos para el cuidado facial. Sumando a eso, la piel del rostro también está expuesta a partículas que están en el aire y pueden terminar en ella. Todos estos productos crean capas encima de la piel que si no retiramos al final del día, terminarán tapando los poros de la piel.
Por muy ligero que sea el maquillaje, nunca será suficiente con limpiar la piel solo con jabón y agua, es necesario utilizar un desmaquillante facial que ayude a retirar las impurezas por completo. De esta manera, evitaremos la acumulación de productos, y la piel al estar limpia lucirá muy saludable.